miércoles, 13 de julio de 2011

Sin rastro de nosotros.

Lanzaste un misil contra mi corazón, y acertaste de pleno. El problema es que la herida que mi hiciste no sangra, por lo que no la puede curar ningún médico. Y tú sigues ahí viéndome sufrir, sin darte cuenta de que eres la unica medicina. Y no, no te das cuenta. Y esto es la guerra. 

Declarada ayer por el vicepresidente de ninguna parte, la guerra acaba de comenzar. Nadie sabe porque se ha empezado este conflicto bélico, los medios de comunicación no tienen para informar. Nadie sabe nada. Esto es tú o yo. Pero me he cansado. Me he cansado de esperar al otro lado de la barrera.
He sido lo que tu querías, tenía decidido que si tu me pedías que fuera tu amante, lo sería, tu amiga, lo sería. Si me dices ven, lo dejo todo.

Pero la paciencia no dura para siempre. Abandono, retiro mis armas y en el momento que sepas apreciar un nosotros me llamas.

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